martes, 23 de abril de 2013


Deserción escolar: el problema de mil y un orígenes 

Especialistas coinciden en que, si el principal causante no es la necesidad económica, la mejor forma de evitar que los niños y adolescentes abandonen  la escuela es teniendo un núcleo y unos valores familiares correctamente establecidos


La deserción escolar es un tema que se ha estudiado una incontable cantidad de veces y al que siempre se le han dado múltiples orígenes. Diversos expertos aseguran que las causas de este problema varían dependiendo del joven o niño que toma esta decisión. Entre las principales causas se han señalado: las necesidades económicas, baja autoestima,  falta de motivación,  violencia escolar, discriminación, entre otras.

 Sin embargo, la que suele ser reconocida como la más común es el nivel socioeconómico. Es decir, si un estudiante pertenece a un sector social vulnerable tiene mayores posibilidades de abandonar la escuela porque necesitaría trabajar para ayudar a la familia a producir el sustento.

El Instituto Nacional de Estadística de Venezuela (INE) entiende por deserción escolar  la cantidad de estudiantes que abandonan el sistema y que no regresan al año siguiente. A diferencia del abandono, los estudiantes que desertan podrían reincorporarse, hecho que lo haría una falta temporal.

De acuerdo a cifras publicadas por el INE , en los primeros diez años del siglo XXI la tasa de deserción tuvo una tendencia decreciente. En la educación primaria fue 1,49%, mientras que en la secundaria fue de 10,05% (http://bit.ly/UzhCxA) .  

La escuela primaria tuvo su punto máximo de deserción en el periodo 2006/07, con una tasa de 4%; no obstante, al año siguiente la cifra bajó de forma abrupta, registrándose en 1,7%. Por su parte, el bachillerato tuvo su punto cúspide en el  2001/02 con una tasa de 15,2%. La tendencia en estos años fue descendente, salvo algunos casos; es decir que, a menos que algún cambio ocurra, debería mantenerse en el actual decenio.

La investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes), Mabel Mundó, le afirmó en el 2011 al periodista Gustavo Méndez, del diario El Universal , que: “Está comprobado que en los años con bajo PIB se contrae la matrícula. La crisis afecta a los hogares y los padres dejan de enviar a los niños a sus clases. La escuela no los puede retener” (http://bit.ly/11j3I6I) .

El profesor de la escuela de educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y coordinador de la Memoria Educativa Venezolana (MEV), Luis Bravo Jáuregui, aseguró en el programa Decisiones de Globovisión, en marzo de 2013 (http://dai.ly/17Q0GsU) , que el problema económico es el que ha tenido mayor resonancia mediática, pero no abarca todo el tema en cuestión. De igual forma, denominó a la deserción escolar como un suicidio social. “Mientras más pobre es un muchacho, más necesita a la educación porque es el mecanismo número uno de ascenso social”.  

En septiembre del 2012, la ministra del Poder Popular para la Educación, Maryann Hanson,  declaró que, durante el mandato del ex presidente Hugo Chávez, el porcentaje de deserción disminuyó de un 6 a un 0,5%.




La situación no es tan positiva para el presidente de la Fundación Arturo Uslar Pietri, Antonio Ecarri. Según estudios de la organización que preside, en el periodo escolar 2005-06  ingresaron 566.857 estudiantes al primer año de bachillerato en los liceos públicos. En el año 2009, sólo 347.171 se inscribieron para cursar quinto año. Los otros 219.686 abandonaron el sistema educativo, lo que significa un 39% de deserción (http://bit.ly/rk9ed1).

A lo largo del tiempo, ha sido una constante que los hombres deserten en mayor proporción que las mujeres. La psicóloga educativa y jefa de cátedra de psicología evolutiva y del desarrollo de la UCV, Lucila Trías, afirma que esto es un claro reflejo de una sociedad conservadora, como es la venezolana. “El hombre abandona la escuela porque entra más rápido al mercado laboral, ya que se le considera más apto para el trabajo. Esto no debería ser así, pero es una realidad que se debe cambiar” explicó.

 Deserción: “La Ruta hacia el Rodeo”

“Cuando un niño no va a la escuela lo estamos condenando al hampa, esto es lo que llamo la primera estación de ‘La Ruta hacia El Rodeo”, declaró Ecarri en el programa Aló Ciudadano de Globovisión en junio de 2011.


El abogado denominó como segunda estación a aquellos jóvenes que luego de ir a la escuela no se reintegran al sistema, es decir, los desertores. Finalmente, señaló como la tercera estación a aquellos que permanecen en la escuela pero rodeados de un ambiente de violencia que, sin duda alguna, también lleva a la deserción.

Para Jáuregui, esta situación se ha generado porque en los últimos años la población venezolana ha estado expuesta a un discurso político excluyente, en el que no se reconoce al otro por pensar diferente.

Trías  concordó con esta postura y no duda en afirmar que la violencia en la escuela es impactante. “Existe la deserción por intolerancia. La polarización es igual a la exclusión, una vez en este punto no falta mucho para llegar a la violencia”, aseveró.

De igual forma, coincidió en que hoy en día aún existe la deserción por necesidades económicas, pero esta no es la que impera.

Estudios recientes han demostrado que en las escuelas y liceos se pueden observar discriminaciones de los alumnos hacia aquellos que tienen una tendencia sexual diferente; se ha hablado incluso de racismo, entre otras cosas.

“La necesidad de tener que agredir a otra persona por pensar, o ser diferente, habla de una sociedad con muchos problemas de ego, de personas con mucho miedo. El siglo XXI es el siglo de la información, es inaceptable que conductas como estas aún se presenten, debemos seguir el camino de la inclusión”, afirmó Trías. 

Según un artículo de la periodista Lisseth Boon ,  publicado en el diario Últimas Noticias en el año 2011, los Centros Comunitarios de aprendizaje (Cecodad) recibieron un promedio de cinco solicitudes por semana para el manejo de la violencia escolar por parte de instituciones públicas y privadas (http://bit.ly/17VKp8v) .

En una investigación realizada por dos Jesús Machado y José Gregorio Guerra, del Centro Gumilla, en el año 2009 73% de los estudiantes y 68 % de los docentes que  encuestaron presenciaron hechos violentos dentro de algún plantel educativo (http://bit.ly/11j3Bbh).

 Los investigadores definieron cuatro tipos de acciones violentas: agresión verbal, física, abuso de poder y abuso sexual. Estudiantes y profesores coincidieron en que los abusos verbales y físicos son los que se presentan con mayor frecuencia.

Machado y Guerra concluyeron que la violencia forma parte de la sociedad; que no es un hecho ni fortuito ni aislado. “La escuela debe ser concebida como un espacio de educación y convivencia de todos los que hacen vida dentro de ella”, afirmaron. Si estas condiciones se cumplen, la deserción no tendría que darse.

Para evitar este tipo de hechos, Trías cree que es necesario fomentar en las escuelas la práctica de la discusión. “Hay que formar la cultura del debate, de esta forma se aprende a argumentar y se entiende que el otro puede pensar diferente a nosotros y que esta condición debe ser aceptada”.

Sistema educativo atrasado

El subdirector de la Escuela Básica Nacional Jesús Alfaro Zamora, Adel Fernández, considera que actualmente el origen de la deserción se encuentra en el bajo rendimiento que se genera, entre otras cosas, por falta de motivación.

“Los jóvenes no se sienten motivados en las escuelas. Sus celulares son más entretenidos que cualquier profesor, con su tiza y su pizarra. La política del ‘Cállate, siéntate y copia’ ya no sirve”, aseguró el profesor.
Además de la falta de motivación, Fernández considera la baja autoestima como un generador importante de deserción de la escuela, que viene generado por múltiples deficiencias en su formación educativa.

“Al alumno no le gusta que el maestro le exija, no se siente atraído por los retos. Algunas veces avanzan de nivel con ciertos problemas que se manifiestan mucho tiempo después. Por ejemplo, si no domina la propiedad distributiva en cuarto grado, no manejará la matemática de primer año, y así sucesivamente. Este hecho lo frustra y, en algunos casos, lo hace abandonar”, argumentó.

También es un hecho que, muchas veces, el maestro no sabe manejar a una generación tan diferente a la suya. “El maestro siente miedo de experimentar con nuevos métodos, lo que genera que pierda su rol motivador” recalcó Fernández.

Trías comentó que el estancamiento educacional es grave, tanto en profesores como alumnos. “El retraso tecnológico a la larga genera desinterés”.

Soluciones

Debido a que en hoy en día no predomina la deserción por necesidades socioeconómicas, expertos aseguran que una buena educación familiar, con valores estables, son necesarios para que los jóvenes permanezcan en la escuela.

Trías enfatizó en que actualmente muchos padres tienen un estilo de crianza muy permisivo, lo que genera irrespeto y descontrol.

“En muchas ocasiones, el alumno no se siente cómodo en  la escuela porque no está habituado a un sistema de normas. Entonces no logra comprender que cuando se encuentra en el colegio debe seguir una serie de reglas, como llegar y retirarse a una determinada hora, usar uniforme, respetar al maestro en el salón, etc.”, aclaró Fernández.

El rol de la familia para evitar este proceso se vuelve fundamental. En una familia sana y con valores es muy difícil que los estudiantes abandonen su educación. Esto es lo que los expertos llaman educación base o de hogar.

Sin duda alguna, la deserción escolar es un tema con múltiples orígenes y que varía en mil y un formas. No en vano, los expertos afirman que para conocer las verdaderas causas de este problema habría que hablar con cada uno de los jóvenes que deciden dejar de acudir a la escuela. Es necesario estructurar las condiciones sociales y económicas necesarias para que los niños y los adolescentes no vean este camino como una opción.

“Un hombre sin estudios es un ser incompleto. La instrucción es la felicidad de la vida; y el ignorante, que siempre está próximo a resolverse en el lodo de la corrupción, se precipita luego infaliblemente en las tinieblas de la servidumbre”, escribió Simón Bolívar en abril de 1825.






1 comentario:

  1. Hola Iván, el blog muestra tu pasión por lo deportes pero tu biografía nada de tí. AL lector le gusta saber quien es su escritor.

    En los sumarios, a mi criterio, las frases explicativas, yuxtapuesta o subordinadas son innecesarias ya que lo idea es brindar una información concreta.

    Cuidado con frases como "Incontable cantidad de veces", si hay cantidad se puede contabilizar. Evita los eufemismos (Grijelmo)

    Hay varios datos atribuidos de manera imprecisa. "Diversos expertos", "...entre otros".

    Chévere que te preocupes por la fuente electrónica y hacer la referencia. La manera correcta no es copiar el link y ya. Debes hacer hipervínculo con alguna palabra o frase para hacer la correcta referencia.

    Atento a las comas, en el párrafo V después de 4% va un punto y seguido no un punto y coma.

    Igual con la redacción tener párrafos con una sola idea separado por comas y punto y coma no es recomendable. No le tengas miedo al punto y seguido.

    Los archivos multimedias considero que alguna foto pudieron haber aportado valor.

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